Acá encontrarás el contacto directo con los emprendedores que generan productos únicos y tradicionales de Chile.
Visitar La Ligua es un dulce viaje a la infancia. Empolvados, alfajores, chilenitos, y cachitos rellenos, son parte de los embajadores de esta tierra generosa que ha sabido conservar sus tradiciones.
La combinación de clima, suelo y agua de la zona, unidos a un sistema de cultivo tradicional, proporcionan a este producto su carácter único.
Perteneciente a la Viña Siete Brujas, es un producto tradicional de la zona pisquera de Salamanca, tierra de espíritus y culturas ancestrales.
Este producto inspiró una de las canciones tradicionales de la cueca chilena. Sus atributos se basan en su elaboración en base a ingredientes naturales y un artesanal proceso de molienda y triturado.
Las piezas son elaboradas con técnicas manuales y realizadas en arcilla, que luego de ser debidamente cocidas adquieren un color café rojizo.
Estas piezas artesanales se caracterizan por la perfección de sus figuras en formatos de miniaturas, y que están elaboradas utilizando la cola de caballo como materia prima.
Esta piedra semi preciosa se extrae desde el río Las Cruces. Está formada por un mineral que se cristaliza en prismas de base cuadrada.
Estos sombreros son cosidos con máquina, su costura es sin remates y su diseño permite que sean lavables.
Es un producto que se caracteriza por tener una piel tersa sin deformaciones. Además destaca su gran tamaño y una forma circular casi perfecta
Los paisajes e historias de Isla negra, han quedado plasmadas en las telas bordadas por mujeres de la zona. Son piezas únicas, que se han ganado un prestigio de más de 6 décadas.
La forma de producir las aceitunas de Azapa, no ha variado desde las primeras cosechas y se procesa de forma 100% natural, sin preservantes, ni conservantes artificiales.
Este producto se caracteriza por su abundante jugo de color amarillo-verdoso es de sabor ácido y presenta un fuerte aroma.
Su sabor y textura, así como su intenso y agradable aroma, son resultado del proceso de adaptación que durante siglos ha tenido la planta en la zona.
Es un crustáceo endémico del archipiélago de Juan Fernández y de las islas Desventuradas y su alimentación es principalmente carnívora-detritívora, conformada por peces de la zona.
Producto suave al paladar, se disuelve con cierta facilidad al sazonar diversos alimentos y se ha convertido en un indispensable de las recetas gourmet.
Doñihue es una comuna reconocida por su tradición textil. Los chamantos y mantas se ha transformado en una prenda tradicional del vestuario del huaso chileno.
Es un producto de charcutería elaborado con pierna de cerdo cruda, salada, ahumada y madurada entre 12 a 30 meses en la zona cordillerana de Nahuelbuta.
La historia de los dulces de Curacaví se inicia en el siglo XIX, cuando la mayoría de las casas de campo eran utilizadas como improvisados talleres para la elaboración de dulces artesanales, cuyas masas eran cocidas en hornos de barro.
El prestigio de la cerveza valdiviana se remonta al siglo XIX con la llegada de los primeros colonos alemanes a esta ciudad del sur de Chile.
Este producto se caracteriza por su sabor intenso y por habitar en el entorno del archipiélago de Juan Fernández, conformado por las islas Robinson Crusoe, Alejandro Selkirk y Santa Clara.