La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual –OMPI desarrollará un programa de acompañamiento a emprendimientos nacionales, además de contribuir a la implementación de la primera Academia de Formación en Propiedad Intelectual del país.
Construir una cultura que le entregue confianza a las jóvenes y programas enfocados en la enseñanza escolar, fueron algunas de las reflexiones que se dieron a conocer en el encuentro convocado por INAPI.
Ambas iniciativas tienen como objetivo principal fomentar el desarrollo científico y tecnológico, la innovación, la competitividad industrial y la transferencia de tecnología entre los países involucrados.
El país alcanzó la posición 50 de 132 naciones que participaron de la medición. Entre sus mejores calificaciones, destacan su calidad en asuntos regulatorios y la creación de nuevos negocios, que se relaciona al aumento en el uso del sistema de propiedad intelectual como porcentaje total del comercio.
Los equipos seleccionados participarán del programa ejecutivo de mentoría que imparte la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), para apoyar a los proyectos en aspectos regulatorios, modelo de negocios y estrategia de Propiedad Intelectual.
La iniciativa busca fortalecer la valoración de los procesos y resultados de la investigación que se realiza en la casa de estudios.
En la instancia se destacó el valor de las bases de datos de patentes, en beneficio del desarrollo productivo y económico del país.
Los equipos participarán del programa Inapi Bootcamp, que busca apoyar a empresas de base científico-tecnológica (EBCT), para definir una estrategia de propiedad intelectual acorde a sus modelos de negocio para facilitar su llegada a la comunidad y al mercado.
Enfocada en el sistema de franquicias, la compañía dedicada a la elaboración de sándwiches a la medida con recetas chilenas, busca conquistar el mercado asiático. Ya se encuentra en el proceso de tramitación para solicitar el registro de marca internacional en Mongolia, Bulgaria y Egipto.
Igor Wilkomirsky, académico de la Universidad de Concepción, lideró el desarrollo de una nueva tecnología destinada a la producción de concentrado de cobre en base a hidrógeno verde. La innovación promete ser un aporte para disminuir la generación de emisiones y residuos.